Ford EcoSport
La nueva generación del crossover de la firma del óvalo no sólo muestra una importante evolución estética respecto a su antecesor, sino que además incorpora nuevos y funcionales elementos tecnológicos.
Después de haber asistido a la develación regional del modelo en Brasilia, a principios del año pasado, y de haber sido convocados para realizar un primer contacto en el norte brasileño en el cierre de 2012; finalmente llegó el turno de conducir y testear más a fondo la segunda generación de la Ford EcoSport en el territorio argentino.
Este ejemplar es nada menos que otro de los modelos globales que la marca trae al país bajo el legado de la estrategia OneFord, un plan que consiste en centralizar los productos alrededor del mundo. Las apariciones de las nuevas ediciones del Fiesta, Focus, Kuga y Ranger, también forman parte de esta ideología que aspira a renovar por completo toda la gama en 2015.
A diferencia de lo que sucedió con la Ranger, que fue lanzada luego de que las demás pick-ups se renovaran; en este caso Ford optó por aggiornar y lanzar su SUV compacta en la antesala de la expansión del segmento, convirtiéndose una vez más en el pionero del rubro. Si bien en la actualidad la Renault Duster es la única competencia, en el horizonte ya se deja ver la Chevrolet Tracker, y un poco más lejos aparecen la Peugeot 2008 y la Volkswagen Taigun.
De la misma manera que la antigua edición se creó a través de la plataforma del viejo Fiesta One, para crear a la flamante EcoSport se volvió a utilizar a la estructura del reconocido compacto, aunque esta vez en su versión Kinetic Design. Al portafolios local llega desde Brasil, donde fue creada en el Centro de Desarrollo de Camacari y de donde se distribuirá para el resto de los países de la región.
Por fuera, y al margen del gusto personal, sin duda alguna la nueva generación enseña una notable evolución. Al tomar las líneas del lenguaje KD, la silueta es más estilizada y aerodinámica. A simple vista, lo primero que llama la atención es la gran parrilla delantera. Los faros delgados, el capó corto y la línea de cintura ascendente de adelante hacia atrás son los encargados de potenciar la imagen deportiva. Hay quienes la llaman “la mini Kuga”, un mote no muy alejado de la realidad.
Párrafo aparte merece la zona trasera, puesto que si bien se respeta la historia del modelo con la permanencia del neumático de repuesto colgado del portón; hay algunas aristas a tener en cuenta. Por un lado se exige una apertura lateral de la puerta del baúl, lo que lleva a buscar un amplio lugar a la hora de abrirlo; por el otro, es beneficioso porque no se resta capacidad dentro del compartimiento de carga.
De hecho, el volumen del baúl es quizás el punto más flojo de la Eco, ya que sólo dispone de 362 litros, un tamaño ajustado para el segmento si tenemos en cuenta que la Duster ostenta 475 cm3 (113 más). Fuera de estas dimensiones, que la distancia entre ejes -2521 mm- sea mayor a la de su antecesora (3 centímetros) genera que el habitáculo sea más confortable y que haya más espacio para las piernas en las plazas traseras. Asimismo, es para destacar que los respaldos de los asientos posteriores puedan reclinarse hacia atrás.
También basado en los lineamientos Kinetic, el interior ofrece un ambiente de características modernas, display multifunción de 3,5 pulgadas, una consola centftral de buen porte con teclado alfanumérico y materiales de plástico rígidos que, llamativamente y general, no encajan de la mejor manera. La postura de manejo, fiel a la familia SUV, es elevada. Gracias al ajuste de altura de la butaca del conductor y a las regulaciones de la columna de dirección en altura y profundidad es fácil de encontrar la posición adecuada detrás del volante. El tapizado de cuero y las butacas de tipo envolvente son detalles de calidad que elevan la categoría.
A pesar de la recientemente incorporación de una pantalla táctil multifunción de siete pulgadas con GPS en la variante de Renault no sea un dato menor, en materia de tecnología el tope de gama del representante de Ford marca nuevos estándares en el nicho mediante la conectividad Bluetooth desde el sistema SYNC, el sistema de control por voz, el arranque sin llave, el espejo interior antideslumbrante automático, el volante multifunción, el climatizador automático, la computadora de a bordo, el reconocimiento a distancia de la llave, el encendido automático de luces y limpiaparabrisas, y el sensor de estacionamiento trasero. -ver ficha técnica-
Lo mismo sucede con el apartado de seguridad, puesto que la configuración Titanium equipa seis airbags, alarma antirrobo, asistencia de arranque en pendientes, frenos ABS con asistencia electrónica de frenado de emergencia, controles de estabilidad y tracción; cinco cinturones inerciales, luces antiniebla delanteras y traseras, anclaje para sillas de bebé ISOFIX y columna de dirección colapsable, entre otros. -ver ficha técnica-
Respecto a la mecánica, la EcoSport es la SUV chica que ofrece la mayor cantidad de versiones (hay motores nafteros de 1.6L y 2.0L y gasoleros de 1.5L). En esta oportunidad nos fue asignada la opción Titanium 2.0L Duratec que eroga un poder de 143 caballos de fuerza y tiene un torque de 187 Nm a 4250 rpm. De forma asociada trabaja con una caja manual de cinco velocidades que reparte la potencia sobre el eje delantero. El desempeño es muy positivo, ya sea en ciudad como en ruta; sin embargo, no podemos decir lo mismo del consumo de combustible, que por culpa de las prestaciones es elevado.
A la espera de la aparición de la transmisión automática y la tracción 4×4; y a través de una estética moderna, elementos tecnológicos de primera línea, asistentes de seguridad de gran calibre y una generosa oferta de variantes, podemos afirmar que la nueva generación de la Ford EcoSport tiene lo necesario para revolucionar el segmento y mantenerse como el líder indiscutido del mismo.
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