El Fiat Qubo ha llegado al mercado argentino para ocupar un lugar donde la marca italiana nunca había tenido un representante. A la espera del modelo Doblo, este vehículo está apuntado para estar en un “pequeño” nivel por debajo de la Renault Kangoo y los primos Citroën Berlingo y Peugeot Partner Patagónica, que desde hace varios años pelean en soledad en el segmento.
La apuesta de Fiat comenzó en el Salón del Automóvil de Buenos Aires 2011 cuando empezó a mostrar los diferentes modelos que llegarían en el transcurso de ese año y de 2012. Ahí, hizo su estreno el Qubo, el cual fue presentado por la marca como un vehículo capaz de satisfacer distintas necesidades de movilidad gracias a su funcionalidad y versatilidad.
Se ha tomado contacto con la versión Dynamic, tope de gama, que dispone de un completo equipamiento de confort. Entre las comodidades más destacadas podemos nombrar el apoyabrazos central de butacas delanteras, la computadora de abordo, el Bluetooth, el puerto USB, los espejos eléctricos y calefaccionados, el volante multifunción y el sistema de sonido con MP3.
A su vez, el equipo estándar de seguridad también está por encima de la media de este segmento. Cuenta con cinturones inerciales en todas las plazas, cuatro airbags, frenos ABS (antibloqueo) con EBD (distribución de la fuerza del frenado electrónicamente), faros antiniebla, asistente sonoro para el estacionamiento y los ganchos ISOFIX para ajustar la silla de los niños.
En cuanto al diseño exterior, podemos decir que cuenta con una líneas diferentes a las de sus competidores. Puede gustar o no, pero es un vehículo llamativo en la calle. En la parte frontal sobresale un prominente paragolpes con una parrilla en plástico negro y, en un segundo nivel de altura, los faros. En el lateral lo más destacable son las barras de techo, las llantas de 16 pulgadas y la terminación vidriada que acompaña a la ventana trasera. La fascia trasera es tradicional con un corte abrupto, la luneta convencional y un listón negro brilloso donde se ubica en el nombre.
La apuesta de Fiat comenzó en el Salón del Automóvil de Buenos Aires 2011 cuando empezó a mostrar los diferentes modelos que llegarían en el transcurso de ese año y de 2012. Ahí, hizo su estreno el Qubo, el cual fue presentado por la marca como un vehículo capaz de satisfacer distintas necesidades de movilidad gracias a su funcionalidad y versatilidad.
Se ha tomado contacto con la versión Dynamic, tope de gama, que dispone de un completo equipamiento de confort. Entre las comodidades más destacadas podemos nombrar el apoyabrazos central de butacas delanteras, la computadora de abordo, el Bluetooth, el puerto USB, los espejos eléctricos y calefaccionados, el volante multifunción y el sistema de sonido con MP3.
A su vez, el equipo estándar de seguridad también está por encima de la media de este segmento. Cuenta con cinturones inerciales en todas las plazas, cuatro airbags, frenos ABS (antibloqueo) con EBD (distribución de la fuerza del frenado electrónicamente), faros antiniebla, asistente sonoro para el estacionamiento y los ganchos ISOFIX para ajustar la silla de los niños.
En cuanto al diseño exterior, podemos decir que cuenta con una líneas diferentes a las de sus competidores. Puede gustar o no, pero es un vehículo llamativo en la calle. En la parte frontal sobresale un prominente paragolpes con una parrilla en plástico negro y, en un segundo nivel de altura, los faros. En el lateral lo más destacable son las barras de techo, las llantas de 16 pulgadas y la terminación vidriada que acompaña a la ventana trasera. La fascia trasera es tradicional con un corte abrupto, la luneta convencional y un listón negro brilloso donde se ubica en el nombre.
El interior es de calidad. Toda la consola esta construida sobre plásticos rígidos con buen ensamblado, el volante dispone de un símil cuero y el tapizado es algo rústico. El ingreso es cómodo tanto en la plazas delanteras como las traseras, gracias a la gran amplitud de apertura y a los portones corredizos de ambos lados. Las plazas de la segunda fila cuenta con una buena distancia al techo aunque el espacio para las piernas es algo reducido.
La posición de manejo es buena, si tenemos en cuenta la habitual postura de conducción de estos modelos. Con atributos como el ajuste vertical y de profundidad del volante y la butaca con regulación lumbar y de altura, cada uno de los usuarios puede posicionarse a gusto.
Su motorización es de 1.4 litros con cuatro cilindros y ocho válvulas que alcanza unos 73 caballos de potencia. Resulta difícil evaluar las características de un propulsor que carece de reacción y que está desarrollado plenamente para el uso citadino. Realiza un trabajo suficiente y acorde para el transito en ciudad, pero a la hora de salir a la ruta se evidencia la falta de poder. Este mismo está acoplado a una transmisión manual de cinco marchas con cambios largos. Se ha puesto especial atención en la insonorización del modelo con algunos apliques pero le juega en contra el trabajo a altas revoluciones del propulsor.
Una nueva opción, importada de Turquía, incorporó Fiat a su gama de modelos. Ubicado en un pequeño escalón por debajo de los multipropósitos del mercado argentino, se ofrece con un valor económico y un equipamiento de seguridad y de confort altamente recomendable. Entre los debes podes nombrar al rendimiento del motor y el espacio para las piernas de la plazas traseras.
A la espera del Fiat Doblo, la marca italiana aguarda con un ejemplar que es llamativo por su diseño y accesible para los clientes que buscan un primer modelo familiar.
Comentarios
Publicar un comentario